Por: Amalia Peigneux
Hace mucho tiempo que empecé a viajar. Fue gracias a la afición de mi familia por descubrir mundo.
Nunca olvidaré uno de mis primeros viajes y es que el destino era único. Por aquel entonces, para mí era visitar otro universo. Algo que sólo se veía en las películas, y que nunca sentí como real.
Mi madre era una gran admiradora de Egipto. Por aquel entonces era socia de la Asociación Española de Egiptología y lo único que leía eran guías y novelas basadas en Egipto.
De ahí que eligiésemos viajar a las tierras del Nilo como uno de nuestros primeros viajes en familia. Yo era muy pequeña, pero nunca olvidaré lo que sentí en ese viaje.
Fue un sueño hecho realidad y el comienzo de mi pasión por conocer mundo. Con la ayuda de las fotos que hicimos, y con todo lo que mi madre recuerda, he sido capaz de recordar qué ruta hicimos y hoy la comparto con vosotros con la esperanza de volver en un futuro no muy lejano.
Llegó mi momento y os cuento el viaje que hice.
Día 1: Madrid – El Cairo.
Llegamos a media mañana y aprovechamos ese primer día para visitar la mezquita de Alabastro (en la ciudadela de Saladino), el museo arqueológico, donde se encuentra todo el Tesoro de la Tumba de Tutankamon.
Imprescindible la sala de las Momias. Después del museo paseamos por el barrio copto.
Día 2. El Cairo-Luxor.
Madrugamos mucho para viajar a Luxor (la famosa Tebas de la antigüedad, que fue durante muchos períodos la capital de Egipto).
Embarcamos nada más llegar y enseguida nos fuimos a visitar la llamada “East Bank” (lo que se encuentra al este del Nilo). Esa tarde visitamos Karnak y Luxor, ambos templos dedicados al culto del dios Amón-Ra.
En la antigüedad, ambos templos estaban unidos por una gran avenida de esfinges (queda un tramo).
Empezamos por Karnak, donde está la famosa e impresionante sala hipóstila: más de 5000 m2 y 134 columnas inmensas que representan tallos de flor de loto. También en este templo está el mayor obelisco que se encuentra en pie en Egipto.
De ahí y recorriendo la avenida de Esfinges fuimos a Luxor cuya entrada está flanqueada por dos estatuas de Ramsés II y un obelisco (su pareja, en la plaza de la Concordia de París).
Paseamos por la ciudad, por sus terrazas y sus avenidas y nos fuimos al barco.
Día 3 Luxor-Esna
Volvemos a madrugar para recorrer la otra parte de la ciudad, la West Bank al oeste del Nilo. Maravillosa mañana que empezamos viendo ¡solos!
El templo de Medinet Habu, templo funerario de Ramses III al que los egipcios llamaban el Templo de millones de años, está en un impresionante estado de conservación.
De ahí fuimos a visitar los colosos de Memnon, el Valle de los Reyes, donde están la mayoría de las tumbas de faraones del Imperio Nuevo y el templo de la Reina Hatsepshut, que fue una auténtica revolución arquitectónica al construirse en forma de amplias terrazas.
En el valle de los Reyes, suele haber siete u ocho de las tumbas abiertas que van rotando. Con la entrada puedes entrar a tres de ellas.
Navegamos hacia Esna.
Día 4 Esna – Edfu – Kom Ombo – Aswan
Este día visitamos dos templos extraordinarios: el templo de Edfú, dedicado a Horus, que dicen que es el mejor conservado del país y el templo de Kom Ombo.
El templo de Kom Ombo es el único de Egipto que está dedicado a dos divinidades: Sobeck (cabeza de cocodrilo) y Haroris (cabeza de Halcón). Estuvo sumergido en el agua durante siglos y emergió con la construcción de la presa de Aswan.
Día 5 Aswan
Es la tercera ciudad del sur de Egipto y la tercera más grande del país.
Dedicamos la mañana a ir a conocer la famosa presa de Aswan, el obelisco inacabado y el templo de Philae. Este templo, que fue uno de los templos desplazados cuando se construyó la presa de Aswan, está dedicado a Isis y tiene edificios construidos hasta en la época romana.
Junto al templo, está el templete de Hathor y el kiosko de Trajano. Hay que llegar en barco y el recorrido nos pareció precioso.
Por la tarde dimos un paseo en faluca, un pequeño barco de vela, desde donde vimos el mausoleo de Aga Khan, la isla Elefantina y un atardecer maravilloso.
Día 6 Aswan- Abu Simbel
Madrugamos, una vez más, para recorrer los casi 300 km que separan Aswan de Abu Simbel. Hay gente a la que le da pereza esta excursión, pero para mi fue la visita más impresionante del viaje y la que considero imprescindible. Está a la orilla del Lago Nasser, casi en la frontera con Sudán.
Fuimos al hotel (el delicioso Seti I) para dejar las cosas y nos fuimos a conocer Abu Simbel, templo excavado en la roca que tampoco está en su ubicación original como consecuencia de la construcción de la presa de Asuán.
Fue trasladado piedra a piedra a su emplazamiento actual en un gran trabajo de ingeniería en la que participó el Gobierno de España. Por nuestra ayuda nos regalaron el Templo de Debod, que se encuentra muy cerca del Palacio Real de Madrid.
Tiene dos templos: el mayor, dedicado a Ramsés II, con inmensas estatuas sedantes de Ramsés con la doble corona del Alto y Bajo Egipto; y un templo menor, dedicado a Nefertari, que fue la esposa preferida de Ramsés II.
Parece que se construyó para conmemorar la victoria en la batalla de Kadesh.
Día 7 Abu Simbel – El Cairo
Día largo de viaje porque tuvimos la mala suerte de tener un gran retraso en Aswan.
Día 8 El Cairo
Nos trasladamos a unos 20 kilómetros de El Cairo, a la necrópolis de Ghiza, donde se encuentran las emblemáticas pirámides que son una de las siete maravillas del mundo (y la única que se conserva) y que fueron construidas por los faraones de la cuarta dinastía: Keops, Kefrén y Micerino. Vigilando las pirámides se encuentra la gran Esfinge.
Hicimos a continuación la excursión a Menfis (capital del Imperio Antiguo en el Bajo Egipto) y Saqqara.
Día 9 El Cairo – Madrid
Pasamos la mañana en el mercado de Khan el Khalili y vuelta a Madrid
Consejos
* Si puedes elegir cuando viajar, hazlo entre octubre y abril. El verano es muy caluroso
* Yo creo que un viaje a Egipto tiene que tener un mínimo de ocho noches, pero cuantas más mejor.
* Si puedes, coge un globo en Luxor para visitar la orilla oeste del Nilo. Hazlo lo antes posible para ver amanecer.
* Intenta hacer de todos los atardeceres momentos especiales.
* Pocos viajes lo incluyen, pero cuando vuelva no dejaré de visitar los templos de Seti I en Abydos y el templo de Hathor en Déndera. Son preciosos y muy bien conservados. Es una excursión muy fácil desde Luxor.
* Deja las compras para el final. En Khan el Khalili encontrarás todo y cuanto más te alejes de la plaza de Hussein, menos turistas y mejores precios.
* En un callejón del mercado, junto a la mezquita de Husein, está el café Fishawi, donde el nobel Naguib Mahfuz concibió los personajes de su gran trilogía sobre la ciudad.
* En el mundo en que vivimos, cualquier sitio tiene sus riesgos, pero en Egipto no me parece que sean mayores que en países occidentales. La caída del turismo en la zona hace que los precios ahora sean mucho más bajos.
* Hay muchas más cosas que se pueden hacer, playa, buceo, crucero por el lago Nasser, desierto, Alejandría…
* Regatear y dar propinas son obligatorios
Y como decía Herodoto: “Quien no ha visto Egipto, no ha visto el mundo”. Tengo que volver.
Lo Cc a los Embajadores de Egipto 🇪🇬, y en sus embajadas en Iberoamérica.
Álvaro
Excelente guía para quienes no conocemos Egipto pero si hemos viajado por el mundo. Seguiré tus consejos cuando tenga oportunidad de visitarlo. Egipto seguirá siendo un misterio.
Gracias.
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Qué casualidad!! yo viajo con mis hijos todos los años y el año que viene toca Egipto!! seguro que les encanta..gracias por tus comentarios.
Nos alegra Isabel. Ya sabes, te podemos ayudar encantados. Es un destino imprescindible
Uno de los países que hay que visitar si o si. El viaje nos ha encantado a la familia, y la organización y el guía fantásticos. Gracias a Mi mundo travel y a María José.