Atenas, la cuna de la democracia

Viaje a medida a Atenas. Mi Mundo Travel Planner
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Por: Amalia Blanco

Me encanta viajar y me encanta repetir destinos pasado un tiempo. Primero porque te olvidas de lo visto y segundo porque cuando repites te das cuenta de que la vez anterior (o las  veces) te dejaste muchas cosas.

He vuelto este año a Atenas y ha sido mi tercera vez.

La primera fue en 1985 y me fui ni más ni menos que a ver la final de la copa de Europa de baloncesto que enfrentaba al Real Madrid y a la Cibona de Zagreb. Nos fuimos cuatro amigos (Nacho, Marco, Steve y yo) y la verdad es que el baloncesto me importaba poco, pero fue una disculpa buena para viajar. El Real Madrid de Corbalán, López-Iturriaga, Fernando Martín… perdió, pero celebramos con los de la Cibona su triunfo por el barrio de Plaka y lo pasamos genial.

Mi segunda vez fue en 2007 y fue una escala de un crucero por el Mediterráneo. Pasamos una mañana y solo nos dio tiempo a ver la Acrópolis y pasear un poco por los barrios más turísticos.

Y este año, por fin, he hecho una inmersión un poco más profunda y creo que os puedo resumir bien cuales son las visitas imprescindibles:

La Acrópolis y sus alrededores

Es el punto más importante de la ciudad y el que desde la Antigüedad ha representado a Grecia.

Se trata de un santuario dedicado a la diosa Atenea, patrona de la ciudad a la que da nombre. Data de mediados del siglo V a.c. y está declarada Patrimonio de la Humanidad.

El Partenón, el Erecteion, el templo de Atenea Niké y los impresionantes Propileos atraen todos los días a miles de turistas.

En el año 2009 se inauguró el nuevo Museo de la Acrópolis, un vanguardista edificio de cristal construido en una de las faldas del santuario y desde el que se pueden contemplar unas preciosas vistas del mismo.

Alberga piezas valiosísimas que datan de épocas muy diversas. Destacan las Cariátides originales del Erecteion. Solo se pueden ver cinco porque la sexta se la llevó Lord Elgin y hoy está en el Museo Británico. Tiene su hueco para cuando los ingleses la devuelvan.

A mi me gustó especialmente la primera planta donde se disfrutan esculturas de la época arcaica. Hay extraordinarias korés (doncellas) del siglo VI ac, jóvenes con peplo y trenzas.

En la planta alta se exponen los frontones, metopas y el friso de 160 m del Partenon

Cuando accedes a la Acrópolis por la entrada sur lo primero que ves es el Teatro de Dionisio.

Edificado en el siglo VI ac, fue el mayor teatro construido por los griegos, con una capacidad para cerca de 17,000 espectadores.

Está dedicado a Dionisio, dios del vino y del teatro.

Junto al Teatro de Dionisio está  el Odeon de Herodes Atico, un sorprendente edificio que se construyó en el s. II dc para la celebración de audiciones musicales.

Estaba construido con muros revestidos de mármol y contaba con asientos para más de 5000 espectadores.

Templo de Zeus Olímpico

También conocido como el Olimpeion, fue un templo construido entre los siglos VI y II ac en honor de Zeus.

Es una impresionante construcción de mármol que medía 96 metros del largo y 40 metros de ancho y que constaba de 104 columnas corintias de 15 metros de altura, de las que hoy solo se conservan 15 porque la mayor parte del templo fue destruido por un terremoto en la Edad Media.

Muy cerquita del templo se encuentra la Puerta de Adriano, un gran arco de mármol de 18 metros de altura.

Agora romana

Se puede ver bien desde el exterior, pero yo madrugué un día y fue maravilloso pasear sola por el recinto y ver de cerca una de las construcciones más distintivas de Atenas, la Torre de los Vientos, una torre octogonal de mármol que es un reloj y una estación meteorológica.

Cada una de sus caras mira hacia una de la ocho direcciones de la brújula y tiene un friso decorativo que representa a los ocho vientos mitológicos.

Biblioteca de Adriano

Fue construida en el 132 dc bajo las órdenes del emperador romano Adriano. Era un impresionante edificio rectangular creado para albergar la colección de libros que poseía el emperador, además de funcionar como sala de lecturas y centro de convenciones.

Se conservan pocos restos, pero merece la pena una visita.

Agora Antigua

También a las faldas de la Acrópolis se encuentra el recinto arqueológico del ágora. Era un lugar dedicado a la política, a las artes, a la filosofía y a todo aquello que hacía más virtuoso al ser humano. Podría compararse con el posterior foro romano, con la salvedad de que el ágora no servía de mercado.

Pasear por allí y pensar que en su día lo hicieron Aristóteles, Platón, Sócrates, Pericles, San Pablo… impresiona.

En el ágora se encuentra el templo dórico mejor conservado de Grecia, el templo de Hefesto.

También merece una visita la stoa de Atalo (restaurado en la década de 1950 alberga un interesante museo del yacimiento)

y la Iglesia bizantina de los Santos Apóstoles que fue construida en el siglo XI.

Museo Arqueológico Nacional

Se encuentra en un edifico neoclásico se disfruta de la mayor colección de antigüedades griegas. Es imposible verlo todo, pero hay una serie de obras que merecen mucho la pena:

  • la colección de arte cicládico, con sus famosas sartenes y sus figuritas tan actuales.

  • la máscara de Agamenón (el rey que según la leyenda atacó Troya), las copas de Vafio o el rhyton con forma de toro y cuernos de oro son magníficos ejemplos de arte micénico

  • el kouros de Sunio (representación masculina a diferencia de las kores que mencionaba anteriormente).

  • estatua de bronce de Zeus o Poseidon

  • Atenea Varvakeion
  • jinete de Artemision.

  • Frescos de Akrotiri. Frescos minoicos de un yacimiento prehistórico en Santorini

Iglesia de Agios Eleftherios

Pequeña iglesia que en su día fue Catedral de Atenas, pero que ha quedado eclipsada por la construcción de la nueva Catedral que está al lado (donde se casaron nuestros Eméritos). Está construida en mármol con planta cruciforme y en su fachada hay bajo relieves de bestias medievales y dioses antiguos.

Plaza Syntagma y Plaka

Tras hacerse la foto obligada en la tumba del soldado desconocido durante el cambio de guardia en la plaza Syntagma, es imprescindible pasear por el barrio de Plaka, calles estrechas llenas de tiendas, bares y restaurantes.

Conocido también como el Barrio de los Dioses, es el barrio más antiguo, atractivo y animado de Atenas. Anafiotika es una zona que forma parte de Plaka y en la que hay que perderse por sus calles empinadas en la ladera norte de la Acrópolis.

Pero Atenas no es sólo museos y monumentos. También tiene parques, jardines y zonas verdes. Las colinas de Licabeto y Filopapo son los mejores lugares para ver Atenas desde lo alto. Y hay otros barrios por los que merece mucho la pena pasear (y cenar) como El Pireo, Psiri (uno de los barrios más de moda de Atenas) o Monastiraki. 

Paseando sin rumbo también te llevarás gratas sorpresas como encontrarte en medio de la calle comercial Ermou una pequeña pero preciosa iglesia bizantina, Kapnikarea.

Otra recomendación: si sois fans de los mercados, no os podéis perder el mercado central. Y por supuesto, nos encantó la comida. Hay que probar el gyros: pan de pita relleno de carne de cerdo, patatas, cebolla, pimentón y salsa de yogur y el souvlaki, un pincho de carne (puede ser cerdo o pollo). Y por supuesto me he hecho adicta al desayuno de yogur griego con granola.

Dependiendo de los días de que dispongas, desde Atenas puedes ir a sitios magníficos: islas maravillosas, el Peloponeso, Meteora e incluso hacer alguna excursión cortita al cabo Sunion,  a Delfos. Nosotros nos fuimos a Creta. Pero eso os lo contaré en otro post

Viaje a medida a Atenas. Mi Mundo Travel Planner

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2 Replies to “Atenas, la cuna de la democracia”

  1. Brutal and brilliant

  2. Espectacular resumen, como siempre!
    Mil gracias

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