Por: Mi Mundo Travel
Acabamos de empezar el año (aunque los meses pasan volando). Se acerca la primavera, los días se alargan y es un momento perfecto para hacer una escapada por Europa.
Las escapadas por Europa suelen ser casi siempre visitas a las maravillosas capitales que tenemos: Roma, París, Lisboa, Amsterdam, Londres, Berlín, Budapest, Praga… pero os habéis planteado un crucero fluvial?
Los cruceros, en general. tienen unos precios buenísimos: el otro día leí una noticia que me hizo mucha gracia: una pareja mayor había contratado 59 cruceros seguidos porque les salía más barato vivir así que en una residencia!…
Pero estoy deseando darle una nueva oportunidad a una experiencia un poco distinta: realizar un crucero fluvial. Es verdad que hay una alternativa para viajar por Europa que es volar, alquilar un coche y hacer un recorrido a tu aire (lo que en las agencias llamamos un fly&drive), pero así de entrada le veo bastantes ventajas a lo de subirte a un buen barco y que alguien “conduzca” por ti :y disfrutar de la paz que produce navegar por un río.
- Me encanta el mar, pero prefiero navegar no viendo solo agua sino paisajes con pueblos, montañas, valles, ciudades, molinos, castillos…
- Nos apetece viajar por Europa pudiendo conocer varias ciudades sin tener que hacer y deshacer maletas
- Los barcos fluviales atracan en el centro de las ciudades, lo que es muy cómodo para las visitas
- Te evitas en stress inevitable en cada ciudad que visitas de pensar donde dejar el coche
- Los barcos tienen pocos pasajeros y no hay turnos de comidas. Me dicen que la experiencia gastronómica es muy buena…
- La navegación te aseguras que sea mucho más tranquila que en el mar. Es verdad que yo no me suelo marear, pero más vale prevenir.
- Pasas muchas noches atracado por lo que puedes hacer también visitas nocturnas a las ciudades
- Al ser pocos viajeros, el trato parece que es mucho más personal
- Controlas mejor el gasto del viaje porque casi todas las comidas, cenas (incluido bebidas) están incluidas.
En Europa hay varias alternativas:
Por el Danubio
Realizar un crucero fluvial por el Danubio, el segundo río más largo de Europa, nos brinda la oportunidad de descubrir varios países en un mismo viaje, hay que tener en cuenta que atraviesa diez países desembocando en el Mar Negro y formando el Delta del Danubio.
Nos ofrece la oportunidad de descubrir ciudades históricas con interesantes monumentos, como Belgrado, Budapest, Viena, Bratislava, Linz, Passau, Melk, Engelhartszell, Ratisbona, Novi Sad… entre otras. Hay dos navegaciones preciosas por este río: el Wachau que discurre entre Melk y Viena, y el Recodo del Danubio: entre Eztergom y Budapest
Por el Rin
Es una de las mejores opciones si se quiere conocer una zona rica en cultura, historia y arte.
Es un río largo que da lugar a diferentes alternativas ya que recorre Suiza, Liechtenstein, Austria, Alemania, Francia y Países Bajos. Puede optar por visitar los Países Bajos (Utrech, Delf, Amsterdam, Amberes, Gante, Brujas…); por el más clásico por Alemania Visitando: Frankfurt, Mainz, Dusseldorf, Colonia, Cochem , Heidelberg, Rüdesheim; por recorrer el Alto Rin desde el Lago Constanza hasta Basilea, etc.
Por el Elba
El segundo río más caudaloso de Alemania atraviesa también la República Checa y permite llegar hasta Praga, atravesando bajas colinas y naturaleza verde, por villas dedicadas al vino y por otras con esplendidos castillos.
El río Elba y sus afluentes atraviesan ciudades históricas con importantes vestigios culturales y artísticos.
Singladuras por el corazón de Europa descubriendo su historia, monumentos y cultura durante todo el recorrido.
Por el Báltico.
Un crucero entre Berlín y Copenhague es la ocasión de visitar ciudades emblemáticas y paisajes mágicos, una sabia mezcla de arte, de tradiciones, de historias y de culturas.
Durante el camino, tendrá la ocasión de realizar numerosas visitas: las riquezas gótica de Brandenburgo, el extraordinario ascensor de barcos de Niederfinow, la remarcable historia de Szczecin en Polonia y las islas del Báltico y sus magníficas playas naturales y costas encantadas.
Por los ríos franceses
Por el Sena, disfrutando la ocasión de visitar de una manera diferente Paris, Honfleur y las costas de Normandía; por el Loira, conociendo sus maravillosos castillos; de la Borgoña a la Provenza, los cruceros por el Ródano y el Saona ofrecen itinerarios ricos en cultura, naturaleza, gastronomía e historia.
Estas son las opciones más habituales, pero hay muchísimas alternativas y en todo tipo de categorías. Por Francia, las barcazas de Belmond son lo que de una cadena como esa se espera: un lujo elegante y sofisticado, que puede ser incluso “charteable”
Y lejanas como el Nilo, el Ganges, el Amazonas, el Zambeze o el Mekong. Pero de estas últimas os hablaré en otro post, que seguro os va a encantar.
