He tenido la gran suerte de estar en Japón, el país que me hizo soñar cuando mis padres los visitaron siendo yo muy pequeña. Desde entonces y escuchando sus historias se convirtió en mi favorito.
En un primer viaje a Japón no cabe duda de que hay que visitar sus míticas ciudades, Tokio y Kyoto y si el tiempo lo permite, Hakone, la tradicional zona conocida como los Alpes japoneses e Hiroshima.
Japón es un país que se puede visitar más de una vez y no dejar de sorprender.
Os cuento mi viaje y los maravillosos lugares que he visitado:
El viaje
Tenemos la suerte de que Iberia tiene vuelo directo a Tokyo varios días a la semana. Viaje largo, larguísimo pero cómodo. ¡Como curiosidad comentar que tardamos 8H 40 minutos en atravesar Rusia!
Un paseo por Tokio
Después de un viaje tan largo conviene salir a dar un paseo. Yo me fui al barrio comercial de Shibuya donde hay tanta gente que parece que es una manifestación.
Además del famoso cruce de 5 caminos, al final se encuentra el parque Yoyogi y el santuario Meiji, en honor al emperador que contribuyó al cambio y modernización de Japón. Se le ofrecen ofrendas, entre otras barriles de sake.
No he tenido mucho tiempo para Tokio, pero en los días que estuve pude también pasear por el barrio de Shiodome donde se encuentra la estación central y gran número de hoteles.
Recomiendo dar un paseo nocturno por el barrio de Shijuku donde encontraréis neones, karaokes, pinchos…. y una gran animación
La prefectura de Tohoku
La prefectura de Tohoko fue la más damnificada en el terremoto del 2011. Está haciendo grandes esfuerzos por recuperar a los visitantes. Ofrece grandes tesoros escondidos.
Es sencillo llegar tomando la línea Shinkansen del tren bala.
Nuestro destino, Zao Onsen, fuerte olor a azufre y gracias a ello fantásticas aguas termales.
Nos alojamos en el Ryokan Takamiya Miyamaso, hotel tradicional japonés y éste era, sin duda, uno de los más tradicionales.
Son muy recomendables en esta zona las estaciones de esquí (se están poniendo muy de moda) y además de la maravillosa nieve, los esquiadores tienen la oportunidad de esquiar en un paisaje único
Al atardecer subimos en un teleférico a 2000 metros de altura para visitar los “Snow Monster”, figuras que la nieve realiza al caer sobre los árboles. Sólo se pueden ver uno o dos meses al año y son una maravilla de la naturaleza.
En el viaje teníamos planeado realizar el crucero por el río Moreni, uno de los principales atractivos de la zona en invierno. No puso ser por el mal tiempo.
En lugar de eso nos dirigimos al templo Yamadera que ocupa una gran extensión del monte Hoju-San y, al que si tienes tiempo suficiente, es una bonita experiencia subir.
Conocimos también el bonito pueblo de Guinzan, aldea totalmente tradicional al más puro estilo medieval. Fue una experiencia preciosa dar un paseo por la nieve. Me habría gustado tener más tiempo para disfrutar de este pueblo y haber hecho noche allí.
Esta prefectura tiene muchos rincones para explorar y dependiendo de la época del año en que se vaya tiene diferentes atractivos. Paseo en barco, caminatas, aldeas medievales…, paisajes maravillosos. Y por supuesto, los Ryokan
Isla de Shikoku
En esta isla conocimos el jardín Ritsurin del periodo Edo. No está entre los 3 grandes de Japón, pero es uno de los más bonitos.
En la ciudad de Kotohira hay una calle encantadora llena de cafeterías y tiendecitas.
Al final de la calle comienzan los casi 800 escalones para subir al santuario de Kotohira-Gu. Es duro, pero ayuda mucho que en el camino hay pequeños (y no tan pequeños) templos por los que vas parando y ayudan y reponer fuerzas.
En la misma población hay un teatro antiguo. Sólo hace representaciones durante dos semanas al año y mantiene el interior y el exterior intacto.
Está lleno de trampillas en el suelo por donde salen los actores y tiene un escenario que rota… parece muy moderno… pero en realidad lo mueven personas por debajo.
Okayama y Kurashaki
En Okayama sí que se encuentra uno de los tres jardines más valorados de Japón.
Cada estación tiene su encanto. La primavera con sus cerezos en flor, el verano con los nenúfares sobre el lago y el otoño con sus múltiples colores.
En invierno es lógicamente cuando menos esplendor tiene, pero aún así pude disfrutar de su belleza, sus bosques de bambú y el castillo que fue bombardeado y reconstruido tras la segunda guerra mundial.
Kurashaki es una verdadera joya escondida. El área de Bikan es un conjunto de calles con casas tradicionales, la mayoría restaurantes, tiendecitas y algún que otro Ryokan.
En la calle principal hay un canal por el que se puede dar un paseo en barquita.
Otro de los alicientes de este pueblo es su museo que exhibe una colección privada entre la que podemos encontrar un Greco y un Picasso.
La isla de Naoshima
Si os gusta el arte, no os perdáis esta isla.
El Benesse House es un hotel museo que exhibe una exposición de arte contemporáneo que puedes visitar. Esto unido a la arquitectura del hotel y el entorno, hacer de él un lugar mágico.
En el Art House Project podremos caminar por las calles y entrar en diversos lugares donde se exponen obras también de arte contemporáneo.
Me gustó especialmente Minamidera, una estructura diseñada por Tadao Ando (alma de la isla) y en la que entras totalmente oscura. El arte consiste en las figuras que al cabo de tiempo, puedes visualizar. Es increíble además de una experiencia divertida.
En dos lugares de la isla, se ubican unas calabazas que son el símbolo de esta isla.
Las experiencias en Ryokan
Como comentaba antes, los Ryokan son hoteles tradicionales japoneses y se caracterizan por sus habitaciones, sus Onsen (baños termales) y por sus cenas.
Las habitaciones son de estilo japonés con sus tatamis en los que hay que ir descalzo.
En la mayoría de ellos se puede elegir entre cama japonesa o cama occidental. La cama japonesa es un futón (tipo colchón) que colocan en el suelo de la sala principal mientras estás cenando.
Las cenas de los Ryokan son de las experiencias más valoradas por los japoneses … con una serie de menús degustación interminables. Cuando te traen el plato principal, esperas a continuación el postre…, ¿correcto?.., pues no. Al plato principal le sigue el pescado cocinado, el sashimi, la sopa y el arroz…
La costumbre es vestirse con uno de los Yukatas que te dejan en la habitación.
Los Onsen: antes o después de la cena os recomiendo ir al Onsen. Si tenéis pudor elegid un Ryokan con Onsen privado ya que a estos baños son públicos y hay que meterse totalmente desnudos.
En definitiva, estos son algunos rincones escondidos de Japón. Sin duda quedan muchos más.
Un viaje a Japón te transporta a otro mundo, a otras costumbres, a un país maravilloso en el que todo funciona al minuto pero sin stress, con naturalidad y cada minuto es una experiencia inolvidable.
Japon, es un misterio limpio, escondido dentro de lo simple y confundido por la venta a propósito de dos aspectos: los malos de la Segunda Guerra Mundial en todas las películas y que copian todo👋
Muy buen articulo, me gusto mucho! Solo señalar que Tohoku no es una prefectura, es mas bien una region compuesta por 6 prefecturas. Por lo que lei supongo que la prefectura que visitaron fue la de Yamagata.
Saludos.
Gracias Adrian por la información
Muchas gracias por compartir el contenido. Destinos maravillosos y dignos de visitar. Saludos