Por: Amalia Blanco
Mi mes de agosto siempre lo paso en Denia, pero me gusta mucho terminar la última semana con una escapada. Sicilia, Santorini, Mallorca, el norte de Portugal… fueron mis elecciones en años pasados.
Para este 2022, mi primera opción fue Azores, pero un día mi hermana M.José me dijo ¿y no te apetecería conocer Mauricio? Y, evidentemente, me apetecía…. Mucho!.
La gran ventaja es que en los meses de nuestro verano, Iberojet tiene un vuelo directo, así que el desplazamiento, aunque largo (son 11 horas) es bastante cómodo.
Mauricio es una isla de origen volcánico situada en el sureste africano y bañada por el Indico (como las Seychelles o Reunión).
Me sorprendió descubrir una isla donde además de playas de arena blanca y mares turquesas, hay mucha montaña y vegetación muy densa.
Cuando ir
Tiene un clima tropical y puede irse en cualquier época del año porque siempre hay una temperatura agradable.
Está en el hemisferio sur por lo que su invierno y su verano son al contrario que en España. En agosto que es su invierno, las temperaturas oscilaban entre los 25º de máxima y los 18º de mínima.
Durante el día, en la playa, se estaba de maravilla; y por las noches necesitabas una cazadora, pero después del verano infernal que hemos pasado en España, el frescor se agradecía mucho.
Hay quién dice que hay dos estaciones: la seca (menos húmeda) de mayo a octubre y la húmeda de noviembre a abril. Pero que eso no os asuste porque son lluvias tropicales: lluvias fuertes y vuelve a salir el sol.
Un poco de historia
Aunque los árabes y los portugueses habían pasado por allí con anterioridad, la primera colonización la hicieron los holandeses a finales del siglo XVI.
Era una isla desierta y la colonizaron trayendo gente de diferentes lugares, principalmente India y África. Una de las cosas que más nos ha sorprendido es la mezcla de razas, culturas y religiones y la perfecta convivencia entre todas ellas. Mezquitas, al lado de templos hindúes e iglesias católicas conviven con total naturalidad.
Tras los holandeses, llegaron franceses y después ingleses de los que se independizaron en 1968. El primer Presidente de un Mauricio independiente fue Sir Seewoosagur Ramgoolam, probablemente el política más importante de la historia de Mauricio que da nombre al aeropuerto y al jardín botánico que luego os comentaré.
Que ver/hacer
Es una isla donde hay muchas cosas que ver, pero sobre todo hay muchísimas cosas para hacer, además de pasear por las playas y bañarse en aguas cristalinas: windsurf, kitesurf, pesca de altura, buceo, snorkel, navegación a vela, kayak, senderismo, trekking, avistamiento de aves, ballenas y delfines, nadar con tortugas… y magníficos campos de golf (me habría encantado ser golfista, pero no es lo mío).
Para los amantes del buceo es un paraíso porque es una isla recorrida por una franja de coral que hace de la isla un lugar fantástico para poder disfrutar de una gran vida marina y unos paisajes submarinos espectaculares.
Principalmente en la costa oeste, en las aguas que bañan Flic en Flac y Tamarin (donde se rodó Tiburón). El oeste tiene la ventaja de que tiene unas magníficas condiciones todo el año al estar protegida de los vientos del este.
Además de las actividades hay una serie de visitas bonitas e interesantes:
Península del Le Morne.
En el suroeste de la isla, es la montaña más bonita (que no la más alta) de Mauricio. En 2008 fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad y ascenderla merece la pena. Es uno de los lugares más fotografiados y visitados.
Trou aux Cerfs.
Cráter del volcán que dicen dio origen a la Isla. Es un volcán dormido, pero no extinto de 100 m de profundidad y 1 km de circunferencia. Tiene unas bonitas vistas y una vegetación exuberante. Se encuentra en Curepipe (segunda ciudad más importante de la Isla)
Grand Bassin.
Es uno de los cráteres que recuerdan en origen volcánico de Mauricio. Cráter cubierto por un lago y allí se encuentra el lugar sagrado más importante para los hindúes, que piensan que es un lago conectado con el Ganges.
En la entrada se encuentran las dos estatuas más altas de la isla (33 m): una de Shiva y otra de Durga Maa Bhavani.
Tierra de los Siete Colores y Cascada de Chamarel.
Como pasa con las Auroras Boreales, las fotos son mucho mejores que la realidad. Es curioso como, incluso los móviles y sin necesidad de filtros, captan muchos más colores que lo que el ojo humano ve.
Parque Nacional Black River.
Bosques tupidos en un profundo cañón donde se pueden realizar preciosas rutas de senderismo.
Jardín botánico de Pamplemousses.
Maravilloso y enorme jardín botánico con especies que no había visto nunca como los famosos nenúfares gigantes. No hay influencer que se precie de haber estado allí sin una foto en ese lugar.
Más de 600 especies de árboles y aproximadamente 60 especies de palmeras de diferentes partes del mundo. Me impresionó especialmente la Palma de Ceilán (Tallipot) que solo florece una vez, a los 40 años de su plantación, y después muere.
Los Bannyan Trees también son impresionantes.
Estos jardines, reciben el nombre de Sir Seewoosagur Ramgoolam, el primer presidente de gobierno de Mauricio independiente. Está la pira funeraria donde se incineró, aunque sus cenizas se esparcieron por el Ganges.
Ile aux Cerfs.
Es un paraíso en el este de la isla, aunque a veces puede estar un poco masificado. Tiene un gran campo de golf, 18 hoyos, par 72, diseñado por Bernhard Langer y que pertenece al hotel Touessrok.
Para llegar a la isla hicimos una preciosa excursión en catamarán con parada en una pequeña cascada y la posibilidad de hacer snorkel en la laguna.
Port Louis.
La capital de Mauricio se encuentra al pié de las montañas y tiene menos de 200.000 habitantes. Es una ciudad con mucho encanto y, aunque solo sea para conocer su mercado, merece una visita. Nosotros lo aprovechamos para recorrer Le Caudan Waterfront y la Place d´Armes, un bulevar que desemboca en su Parlamento, un bonito edificio de estilo colonial francés.
Casas coloniales en las plantaciones
Cap Malheureux
Cabo del infortunio por los muchos barcos que allí naufragaron. En el extremo norte de la isla. Es un sitio importante en la historia mauriciana porque en ese punto fue donde las tropas inglesas derrotaron en los franceses en 1810.
Con vistas a las islas del norte, vale la pena visitar la iglesia de Notre Dame Auxiliatrice con su fotogénico tejado rojo y si tenéis ocasión de ir a su Misa de domingo creo que merece mucho la pena.
Consejos
- Se conduce por la izquierda y las carreteras son regulares, pero si te atreves es una gran opción. Si no te atreves, una buena opción es contratar un taxi negociando antes el precio (los taxis no tienen taxímetro) o alquilar un coche con conductor.
- Lleva alguna prenda de abrigo y un chubasquero. Y para cenar en ciertos hoteles te pedirán pantalón largo
- Para bañarte en el mar, imprescindibles los escarpines porque hay muchos restos de coral
- No es un destino que me haya gustado especialmente para compras, pero el ron merece mucho la pena.
- y no puedes dejar de comprar un dodo (imán, llavero, figurita…). El dodo es el animal que representa a Mauricio, aunque se extinguió hace más de 300 años. El dodo se extinguió porque al haber comida abundante y sin depredadores perdió el poder de volar y para los colonos era fácil capturarlos.
Mauricio es un destino de ensueño: sus arrecifes coralinos y su vida marina, sus peces de colores… playas maravillosas de arena blanca, espectaculares paisajes de montañas, volcanes extintos, plantaciones de azúcar…. una naturaleza exuberante.
Precioso destino para un viaje de relax. Y las mejores fechas: octubre-noviembre y abril-mayo