Mi viaje a Ecuador, estado puro

 

Por: Pilar Caro – Colaboradora de Mi Mundo Travel Planner y viajera incansable

 

Durante años he escuchado que Chile era considerado el país de Latinoamérica ideal para los viajeros principiantes que querían cruzar el charco.

Después de haber pasado casi un mes en Ecuador puedo afirmar que sin duda es un destino ideal para los amantes de la aventura con poco riesgo.

Si te gusta la naturaleza, quieres sentir por primera vez el influjo de la Amazonía, conocer una parte importante de las huellas arquitectónicas que dejaron los conquistadores españoles, y por encima de todo ir a un país seguro y con buenas infraestructuras para ser Latinoamérica, sin duda Ecuador es tu opción.

Gran parte de los turistas que recibe el país son americanos y alemanes, quienes normalmente sólo hacen una pequeña parada en el Continente previa a dar el salto a las islas Galápagos. De hecho, para mucha gente Ecuador no estaría en su hoja de ruta vacacional si no fuera por ellas.

Sin embargo, no he podido ir a visitarlas en esta ocasión, pero te animo a conocer este país a través de sus volcanes, sus montañas, sus valles, sus vestigios hispanos y andinos; y sin duda su gente amable y tranquila.

 

Esta ha sido la ruta que nosotros hemos hecho:

 

Quito

Quito, la capital, fue un gran descubrimiento y nos encantó. Sin duda merece un par de días para conocer en profundidad las joyas arquitectónicas de su centro histórico, el barroco en todo su esplendor.

En 1978, fue declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, convirtiéndose así, junto a las Islas Galápagos, en uno de los primeros lugares en recibir este reconocimiento.

Su centro histórico es el mejor conservado y el más extenso de América: alrededor de 40 iglesias y 16 conventos y monasterios. Todo ello, rodeado de volcanes y sobre una topografía muy compleja por sus desniveles y su cariz volcánico.

Su apuesta gastronómica también está mejorando, pero sin duda no se puede equiparar aún con la de sus vecinos, los peruanos. De hecho, su ceviche nada tiene que ver con el peruano. Es importante esta advertencia para evitar confusiones y desilusiones.

Desde Quito hay varias salidas altamente recomendables.

Nosotros un día visitamos el mercado de Otavalo, un gran mercado de artesanías y uno de los más grandes de Sudamérica – junto con el de Chichicastenango (Guatemala) o el de Ollantaytambo (Perú).

Probamos por el camino el popular queso de hoja que ofrecen casi todos los restaurantes y tiendas durante todo el trayecto hasta llegar a la Laguna Cuicocha, enclavada en un cráter volcánico a 3.100 metros de altitud.

Comimos en el cercano pueblo de Cotacachi, conocida por sus artículos de piel, donde probamos la carne colorada, un plato muy típico de la zona. Ese día también comprobamos que la Mitad del Mundo realmente se encuentra a unos kilómetros del monumento erigido como atracción turística pero la foto es posible en ambas ubicaciones.

Al día siguiente hicimos un trekking por el Bosque Nublado de Mindo altamente recomendable y el entorno: observación de aves curiosas y canopy pueden complementar la jornada.

Nosotros también aprovechamos para conocer las ruinas arqueológicas de Tulipe y observar colibríes de todo tipo de cerca.

Otras opciones que todos los quiteños recomiendan si tienes más días son pasar un día disfrutando de las aguas termales de Papallacta (a 40 km-1 hora de Quito) a más de 3.200 metros de altitud; o conocer el volcán Cotopaxi.

 

Amazonía

En Ecuador hay varios puntos desde los que adentrarte en la selva, la experiencia más profunda puedes encontrarla saliendo desde Coca pero para una vivencia más accesible e incluso familiar, la mejor opción es desde Tena.

De hecho, en Tena está una de las pocas universidades del mundo que puede presumir de tener un laboratorio vivo, Ikiam, ya que sus instalaciones se encuentran en plena reserva natural de la Amazonía. Esta circunstancia ha propiciado que este pequeño pueblo cada vez sea una opción más interesante para los turistas: descubrimiento de senderos, cascadas y rutas geológicas.

Cuenca

Esta ciudad andina, por su belleza y patrimonio bien podría ser la segunda opción citadina de visita para el viajero en Ecuador. Conocida por ser el centro productor artesanal de los conocido sombreros de Panamá –que adquirieron ese nombre porque se exportaban desde Panamá-.

Hay sombreros de todo tipo de precios dependiendo de la minuciosidad con la que se haya tejido manualmente, algunos llegan a costar hasta 25.000 euros.

De hecho, para honrar a la ciudad española que le dió nombre tienen hasta unas casas colgadas a la ribera de uno de los cuatro ríos que la atraviesan. Su arquitectura colonial con influjos franceses, italianos y españoles, y su buen mantenimiento también le valieron en 1999 el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

A tan sólo cinco minutos de la ciudad, está la ciudad de Baños donde puedes relajarte en sus fuentes termales.

Desde Cuenca, a tan sólo una hora, puede visitarse el Parque Nacional Cajas donde hay numerosas opciones de senderos, nosotros hicimos dos tramos pero la altitud influye mucho en el rendimiento corporal habitual.

Otra opción de excursión desde Cuenca son las ruinas de Ingapirca, aunque son pequeñas es el yacimiento arqueológico mejor conservado de Ecuador.

 

 

Vilcabamba

Dicen y cuentan, que en este pequeño pueblo al sur de Ecuador, se encuentra la gente más longeva del planeta.

En las últimas décadas, numerosos extranjeros atraídos por este valle, su clima privilegiado y el secreto de la longevidad, lo han convertido en un sitio de retiro o al menos de desintoxicación. Yoga, trekking, aire puro y mucha buena onda, bien merecen unos días alargar tu estancia allí, nosotros íbamos para 3 días y nos quedamos 6.

Muchos viajeros desde allí van a Perú a conocer Chachapoyas.

En definitiva, descubrir Ecuador ha sido una sorpresa muy positiva porque puedes también hacerlo combinado con Galápagos, incluso con Colombia o Perú, dado que es un país relativamente pequeño.

Me quedo con sus desayunos repletos de frutas exóticas y exquisitas (la granadilla y el tomate de árbol son mis favoritos) y sus jugos a toda hora, con sus infusiones desconocidas en Europa: la guayusa (un energizante natural que reduce la fatiga física y mental que se cultiva en la selva), la horchata (mezcla de hierbas digestivas que se consume durante las comidas en la región de Cuenca), o las hojas de moringa (dicen que es el árbol con más propiedades nutritivas en la tierra), la belleza de las caminatas a través de sus montañas y volcanes, hacer yoga cuando sale el sol en Vilcabamba, la vuelta al siglo XIX paseando por las calles de Cuenca y la impresionante iglesia de la Compañía de Jesús de Quito.

 

 

 

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