Por: Amalia Blanco
Me cuesta escribir del que ha sido el viaje favorito de mi vida.
Y me cuesta porque sé que no voy a ser capaz de transmitiros todo lo que este viaje me hizo sentir, ver y vivir; pero bueno os haré un resumen, aunque luego escriba posts más profundos de alguno de los lugares que visitamos. Cada uno de ellos merecería mucho más.
Hace ya varios años que lo visitamos y en la preparación había mucha advertencia para que fuésemos conscientes de que al ir estábamos visitando un país con un régimen político militar que no respetaba en absoluto los derechos humanos.
Fueron momentos donde la presidenta actual, Aung Sang Suu Kyi (La Dama, así la llamaban por allí) estaba en arresto domiciliario (lo estuvo durante dos décadas). Recibió el nobel de la Paz y hoy está persiguiendo de forma muy violenta a los Rohingyas. El mundo da vueltas de forma impredecible.
Pese a las advertencias, decidimos ir y todo nos enamoró: sus pagodas, sus Budas, sus monjes, sus artesanos, sus hoteles, sus templos, sus mercados, sus atardeceres y por encima de todo, ¡¡¡¡su gente!!!! … Ah… y nuestro guía, Ang Ko Bian, probablemente lo mejor del viaje y lo que sigue haciendo que tras otros viajes maravillosos siga siendo nuestro favorito.
Este fue nuestro recorrido:
Día 1: Madrid-Bangkok-Yangon
Llegamos a Yangon vía Bangkok a primera hora de la mañana y nos fuimos directos al hotel (maravilloso The Strand) a darnos una ducha. Descansamos una noche y empezamos con el pagodeo.
Lo primero que visitamos fue la pagoda (paya) Chauktatgyi, donde vimos un gran buda en reposo. Dado que nuestro viaje no incluía Bago era un buen sustituto.
De ahí nos fuimos a la Shwedagon Paya. Es el icono de Yangon y junto con Bagan, de todo Birmania. Tiene un significado profundamente religioso y la mayoría de los que acuden son birmanos. Se ve desde toda la ciudad.
Día 2: Yangon-Bagan
Madrugón para coger un vuelo a Bagan a las 6 de la mañana. Llegamos al hotel (Aureum Palace) y casi sin descanso a pagodear.
Bagan se encuentra en una lllanura de 42km2 al este del río Ayeyerwady y en esa llanura hay casi 4000 templos!
Empezamos por una dorada, la Shwezigon Paya, en Nyang U y de ahí seguimos con las pagodas más típicas de Bagan.
Por la mañana visitamos las pagodas de la llanura Norte (Htilominto, el templo Shwegugyi, la biblioteca antigua y el templo Ananda). También fuimos a Ananda Patho (si solo hubiese podido ver uno, este hubiese sido mi elegido).
Descanso en el hotel y por la tarde, templos de la llanura central (el Dhamayangyi y atardecer en la pagoda Shwe San Daw).
Día 3: Bagan
Día dedicado a la llanura Sur (Tayok Pye Paya, Payathonzu y Thambula Pahto) y visita al mercado de Bagan y a un poblado (Min Nan Thu) donde disfrutamos muchísimo con sus niños. Pasamos la tarde navegando por el río Ayeyerwaddy y nos despedimos de Bagan.
Día 4: Bagan – Amarapura – Mandalay
Volamos muy temprano y fuimos directos a Amarapura donde visitamos la pagoda Mshumani, el lugar más venerado de Mandalay (tiene un buda que se recubre diariamente de oro).
Dimos un paseo por los talleres de mármol para terminar la mañana en el Monasterio Mahagayandom para ver comer a los monjes. Subimos a la colina Sagaing y de ahí al hotel Sedona en Mandalay.
Esa misma tarde fuimos al Monasterio Shwe Daw Kyaung (elMonasterio del Palacio Dorado), la Kuthodaw paya (el libro más grande del mundo). Tiene 729 losas de mármol, cada una de ellas en su pequeña stupa, que tienen grabados los quince libros enteros del Tripitaka) .
Vimos atardecer en la colina Mandalay. Fueron visitas que sirven para recordar lo que debió ser el Palacio de Mandalay, que fue destruido por las bombas en la Segunda Guerra Mundial.
Día 5: Mandalay – Mingun – Ava
Tras madrugón y paseo por Mandalay, embarcamos rumbo a Mingun. La Mingun Paya o pagoda inacabada. Si se hubiese acabado su construcción, sería la pagoda más grande del mundo. Iba a tener 150 m. También estuvimos en la Pagoda Mya Thein Dan, de 1816.
Tras pasar a mañana en Mingun y comer en el barco, cogimos otra barquita y nos fuimos a Ava (antigua Inwa) donde con un coche de caballos birmano fuimos dejándonos el coxis a sitios preciosos. Ava fue capital del reino birmano más de 400 años, más que ninguna otra ciudad.
Primero visitamos las ruinas de Ava y de ahí nos fuimos al monasterio Bagayar. Es un monasterio de teca que se sostiene sobre 267 postes de esa madera. En el exterior había un cartel que decía “Prohibido estar calzado. Si le da miedo el calor, quédese en casa”.
Desde allí, a la torre inclinada para continuar a otro monasterio, el Ok Kyaung que fue construido en 1822 de ladrillo y estuco.
Terminamos la tarde en el puente de U Bein en Amarapura. Es el puente de teca más largo del mundo.
Día 6: Mandalay – Heho – Lago Inle
Antes de llegar al lago paramos en Heho donde visitamos su mercado y un monasterio y de ahí a nuestro hotel en el Lago (el Princess Resort). Maravillosa la primera aproximación al lago donde cogimos una canoa que nos llevó al hotel. Por la tarde salimos a navegar por el lago y ver a los pescadores al atardecer, los palafitos.
Día 7: Lago Inle
Día maravilloso en el Lago. Por la mañana paseamos por la aldea Indein. Subimos una escalinata rodeada de columnas de madera para llegar a un impresionante grupo de stupas erosionadas. Por la tarde visitamos la casa de las mujeres jirafas y el Monasterio de los gatos saltarines.
Día 8: Lago Inle – Yangon
Volamos a Yangon donde fuimos directos a ver el elefante blanco. Nuestro guía nos llevó a una tienda estatal maravillosa donde compramos muchísimas cosas y de ahí al hotel (El Governor´s Residence) antes de irnos a ver atardecer en el puerto de Yagon donde dimos de comer a las gaviotas. No podíamos terminar nuestra visita sin un par de pagodas nocturnas: la Sule Paya y la Botahtaung Paya.
Día 9: Yangon-Madrid
Y ahí termino nuestro viaje.
Algunos consejos prácticos:
- La mejor época para viajar es entre octubre y marzo. También en verano se puede ir tranquilamente, aunque haya monzón. Suelen ser lluvias intensas, pero muy puntuales
- Me encantaría haber recorrido los templos de Bagan en bicicleta (eléctrica a ser posible)
- Además de los templos que visitamos, fuimos a algunos en los que estábamos solos y que el guía había conseguido las llaves. Impresionante esa sensación de entrar con llaves en un templo y estar solo visitándolo con una linterna (nunca te olvides de llevar una en la mochila)
- Otra cosa que no hicimos, pero que en la próxima visita será imprescindible es sobrevolar Bagan en globo.
- Hay maravillosas opciones de trekking
- Es el viaje donde más compras he hecho
- Casi todas las vistas hay que hacerlas descalzos. Y muchas veces ni los calcetines valen. Limpiador de manos sin agua te saca de mil apuros.
No tengo ninguna duda, volveremos.
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