Por: Amalia Blanco
Como os decíamos en un post anterior, estos momentos en que todos soñamos con dejar la pandemia atrás, viajar por Europa a tu aire es una opción magnífica para todos los que soñamos con volver a viajar.
Y hoy os proponemos viajar a vuestro aire por Islandia.
Islandia es un destino con dos viajes completamente distintos dependiendo de la época del año en la que lo hagas.
Dos países diferentes
La época ideal para conocer Islandia en profundidad son los meses de verano (junio, julio y agosto).
En verano hay casi 24 horas de luz y las temperaturas son más suaves, pero al ser temporada alta es la época donde el turismo es mayor.
Abril, mayo y septiembre son también muy buenas opciones.
Pero si buscas ver auroras boreales tienes que ir en invierno porque solo podrás verlas en noches despejadas y oscuras (y aún en ese caso te puedes quedar sin verlas).
En invierno solo es recomendable visitar la zona sur del país; pero no os asuste la temperatura.
Pese a lo que pueda parecer también son “suaves” en comparación con otras zonas de Europa: la temperatura media en enero en Reyjkavic es 0º, aunque es cierto que el viento muy frecuente baja bastante la sensación térmica.
En busca de las auroras boreales
Las auroras boreales se producen durante todo el año, pero sólo se ven en invierno porque en verano hay mucha luminosidad y aunque se produzcan no se ven.
La época ideal va de septiembre a marzo y pueden verse en cualquier sitio del país (no hace falta irse al norte), incluso en las ciudades. Aunque cuanta menor luminosidad haya en tu entorno, mejor.
Recorriendo la Isla
La Isla tiene una carretera que circunvala la Isla, la Ring Road (o Ruta Nº 1) que puedes recorrer desde Reykjavik en cualquiera de los sentidos y que tiene 1339 km.
Mucha gente lo hace en sentido contrario a las agujas del reloj, pero a mí me gusta más hacerlo al revés y terminar el viaje visitando el Sur y su Circulo Dorado.
Al empezar este post pensaba en cómo contároslo sin empezar a citar nombres en islandés complicadísimos, difíciles de recordar, largos y que podían hacer esto muy aburrido.
Tienen una ventaja y es que se pronuncian como se escriben (aunque la “j”es pronuncia “i”) y que hay un truco bueno: los sufijos.
Si un sitio termina con -jokull es un glaciar (Vatnajokull es el más grande de Europa);
Si termina con -vik es una bahía. Veréis que hay muchos pueblos costeros que terminan asi (Reykjavik significa bahía humeante);
si lo hace en -ness es una península (Snaefellness es la más famosa de Islandia y donde se encuentra el volcán donde Julio Verne situó la puerta al centro de la tierra);
si el final es -foss es una cascada (Gullfoss, Skogafoss, Svartifoss, Godafoss, Detifoss…).
-á es río,
-dalur es valle (en el valle de Hankadalur está uno de los campos de geiseres mayores del mundo),
-fjara es playa (Reynisfjara es una playa de columnas de basalto y arena negra que merece la pena visitar),
-fjall es montaña (Námafjall es un sitio imprescindible en el norte),
-fjordur es fiordo,
-lón es laguna (al sur de Islandia se encuentra Jökulsárlón; es un lugar maravilloso).
Son un país muy orgulloso de su antigua lengua y tienen leyes para defenderla, conscientes de que de no hacerlo se perdería en pocas generaciones. Os recomendamos este artículo de La Vanguardia para saber más sobre estas costumbres
Pese a la dificultad del islandés no os preocupéis: todo el mundo habla inglés
Un sinfín de naturaleza
Es un viaje en el que vas a descubrir una naturaleza increíble y fotogénica que no encontraréis en ningún otro país.
Es conocido como la tierra del hielo y del fuego. Pasarás unos días inolvidables visitando volcanes, geiseres, acantilados, lagos, cascadas, cañones.
Podrás observar también ballenas: nuestra recomendación es hacerlo en Husavik (ya sabéis, una bahía), montar caballos islandeses, avistar colonias de aves marinas: los frailecillos, que son el ave nacional y que no son pingüinos! (los pingüinos solo están en el Hemisferio Sur) y disfrutar de baños en aguas termales (hacedlo en la Blue Lagoon).
Además y dependiendo del tiempo y las ganas podréis disfrutar de actividades muy variadas: treking, rafting, trineo, espeleología, kayak.
Un tiempo caprichoso
El tiempo es muy cambiante a lo largo de un mismo día. Hay un dicho popular que dice
“Si no te gusta el tiempo, espera cinco minutos”
Aunque vayas en verano conviene ir vestido como una cebolla: con capas que puedas ir quitándote y poniéndote según evolucione.
Si buscas un viaje lujoso, tranquilo y sin contratiempos, probablemente este no sea la mejor opción.
Pero si quieres disfrutar de unos paisajes únicos que no olvidarás mientras vivas y estas abierto a la aventura y a los pequeños contratiempos (sobre todo climatológicos) te lo recomendamos 100%.
Salvo en la capital, la infraestructura hotelera es bastante “justa”, aunque van apareciendo nuevas alternativas cada año. No esperes grandes lujos.
Eso sí, los islandeses son amabilísimos y eso siempre se agradece al visitar un país.
Y otra palabra imprescindible: Tak Tak: gracias
Hace un tiempo leí un artículo sobre auroras boreales y decidí que es una experiencia que, en algún momento de mi vida, tengo que vivir. En el medio me empecé a enamorar más y más de la idea de visitar Islandia, probablemente porque me gustan los paisajes imponentes de toda su geografía. Espero algún día poder vivir esa experiencia. Enhorabuena por un gran artículo!