Viajar en libertad por Patagonia o Namibia
Por: Amalia Blanco
Hay muchas formas de viajar y cada vez nos gustan más los viajes en los que puedes ser dueño de tu tiempo y casi casi… de tu propia ruta.
Viajar en coche por Europa o Estados Unidos a todos nos resulta muy familiar. Una experiencia maravillosa. En otros destinos, no lo tenemos tan en mente…
Hoy cogemos el coche, nos inunda un sentimiento de libertad, y nos vamos de viaje por el hemisferio sur, a Patagonia y Namibia
Patagonia, entre lagos y glaciares
La Patagonia es una maravillosa región que abarca una enorme superficie en dos países, Chile y Argentina. En esta región encontrarás la mayor superficie helada del planeta tras la Antártida y Groenlandia.
Las rutas en esta región pueden durar todos los días que uno quieras: desde una semana a varios meses.
La mejor opción es volar a El Calafate desde Buenos Aires y ahí alquilar un coche para empezar nuestros recorridos.
Aunque se puede hacer en cualquier época del año, nuestra recomendación es hacerlo entre noviembre y marzo para evitar las nieves del invierno y los días cortos.
El Calafate se encuentra en la orilla del mayor lago de Argentina, el Lago Argentino. Alquilar un barco para recorrer el lago es una experiencia que merece la pena.
Hay tres zonas imprescindibles para visitar en una ruta de 10 días: el Parque Nacional de los Glaciares, El Chaltén (realmente es la zona norte del Parque Nacional de los Glaciares) y el Parque Nacional Torres del Paine (en la Patagonia chilena).
Parque Nacional De los Glaciares
Ubicado en la provincia de Santa Cruz y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1981, tiene más de 200 glaciares, pero sin lugar a dudas el más famoso es el Perito Moreno.
Hay otro menos visitado, pero también espectacular, el Upsala.
El Perito Moreno tiene 5 km de frente, 35 de largo y tiene una altura de 60 metros
Hay varias formas de disfrutarlo: a pie recorriendo los 4 km de pasarela que existen; paseando en barco para acercarte a él y haciendo un trekking o un minitrekking (depende de tu condición física) con crampones por el glaciar. Yo aconsejo que las hagas todas!.
Curiosamente es uno de los pocos glaciares en constante avance, en constante movimiento. Parece que el cambio climático le está afectando menos que a otros territorios.
Escuchar el sonido de los desprendimientos del hielo es espectacular. Será un sonido que se te quedará grabado.
El Chaltén
El Chaltén es una pequeña villa ubicada en un precioso valle al pié del cerro Chaltén (montaña humeante) o Fitz Roy.
Es conocida como la capital argentina del trekking y desde ella se puede visitar la parte norte del Parque Nacional de los Glaciares.
Recorrer un trozo de la famosa Ruta 40 (mítica carretera de más de 5000 Km que constituye un viaje en si misma) desde El Calafate y parar en La Leona son dos alicientes del viaje hasta el Chaltén.
En el parador de La Leona (a 110 km de Calafate) se escondieron Butch Cassidy y Sundance Kid (Paul Newman y Robert Redford en Dos Hombres y un Destino) tras robar el Banco de Londres y Tarapacá en Río Gallegos.
Rodeada de enormes glaciares, lagos que parecen mares, bosques mágicos, montañas que se encienden al amanecer… hay rutas para todo tipo de niveles y los puedes recorrer sin necesidad de guía y sin ninguna experiencia previa de montaña.
Y por supuesto también hay rutas y escaladas que no están al alcance de todos
Parque Nacional Torres del Paine
Declarada reserva de la biosfera en 1978, se encuentra en la Patagonia chilena. Paine es una palabra indígena que significa celeste. Y al visitarlo entenderás la razón.
Aquí puedes encontrar todo: montañas, ríos, cascadas, lagos, glaciares… y podrás disfrutar también con una fauna salvaje muy especial: entre muchos otros, podrás ver el huemul, que es el símbolo de Chile y decenas de especies de aves.
Como a casi cualquier atracción podrás dedicarle 1 día ó 10 días. Puedes visitarlo recorriendo rutas a pie de 20 km y sencillas o de 12 km y un poco más complicados.
Y también puedes optar por recorrerlo en tu coche accediendo por carreteras de tierra a los enclaves imprescindibles.
Hay dos miradores que no puedes perderte: las Torres y Cuernos. Desde este último podrás ver el glaciar Grey al Fondo.
Y en cualquiera de los hay grandes opciones para el turismo activo: pesca, kayak, paseos a caballo… además de trekking, paseos en barco, escalada
Y si pudieses alargar la estancia, hay muchos más sitios preciosos para conocer: Puerto Natales, Punta Arena, Isla Magdalena, o por el sur de Argentina… llegar hasta el “fin del mundo” al archipiélago de Tierra de Fuego, Ushuaia…
Para ver cómo se puede realizar el viaje, os recomendamos que exploréis esta página – Patagonia en libertad
NAMIBIA, naturaleza en silencio
“El único hombre al que envidio es al que no ha estado en África, pues todavía tiene tanto por descubrir” (Richard Mullin)
Namibia es uno de los países más espectaculares, desconocidos y diferentes del África austral. Es un país enorme (casi 2 veces España) y el segundo más deshabitado del mundo. Maravilloso, emocionante, tranquilo, bello y sorprendente, son kilómetros y kilómetros donde disfrutar de la sensación de soledad.
Aunque siempre cautivan maravillas naturales como el paraíso faunístico que encierra el Parque Nacional de Etosha,, o las dunas del desierto del Namib lo que realmente se nos grabará en la memoria son las solitarias carreteras del desierto.
Recorrer kilómetros es una parte muy especial del viaje
Viajar en coche por Namibia es seguro y no tiene ninguna dificultad, pero se conduce por la izquierda y no todos los trayectos son por carreteras asfaltadas.
Son kilómetros y kilómetros de carreteras rectas, pero cuando menos te lo esperas hay curvas, cambios de rasante o animales que se cruzan.
Mi consejo es que siempre lo hagáis en buenos 4×4 y que cada vez que veáis una gasolinera llenéis el depósito, por si tardáis mucho en encontrar otra (incluso es bueno llevar algún tanque de reserva en el coche).
Y que por si acaso, no os embarquéis en la aventura sin saber cambiar una rueda o sin saber sacar el coche de la arena…
Cualquier viaje por Namibia tiene su punto de entrada en Windhoek, la capital.
Vamos a recorrer lo que que consideramos imprescindible.
Parque Nacional de Etosha
Situado en el noroeste de Namibia, hay quién dice de él que es el “parque de los parques”. Etosha significa el gran lugar blanco porque es una gran planicie de carbonato (del color de la sal).
Es uno de los parques nacionales más grandes del mundo, 22.000 km2, y uno de los mejores lugares para, con un poco de suerte, contemplar los “big five” y para disfrutar de variados y complejos paisajes que cambian a lo largo de las diferentes estaciones.
Para ver animales, lo mejor es ir en época seca que es cuando los animales salen en busca de charcas para beber.
Damaraland
Este vasto paisaje desértico es conocido como una de las regiones más bellas de Namibia.
Lonely Planet la describe como una “Namibia en miniatura”.
Enorme y salvaje, llena de contrastes, Damaraland es un paisaje excepcionalmente pintoresco con llanuras abiertas, valles antiguos de ríos secos y espectaculares formaciones rocosas.
Se disfruta de vistas espectaculares, e ir al encuentro de su fauna también merece mucho la pena: descubrir rinocerontes negros, elefantes y leones del desierto en un entorno tan único es una gran experiencia.
Es además una zona rica en vestigios arqueológicos como el yacimiento de pinturas y grabados rupestres de Twyfelfontein.
Swakopmund
Es la capital del área turística de la Costa Esqueleto. Es una ciudad costera muy agradable y tiene mucho que ver y hacer.
Para dar un paseo por el mar, Swakip es un lugar ideal. Y no dejes de visitar su mercado de artesanía
Al sur de Swakopmund se encuentra Walvis Bay. Es conocida por su laguna natural con preciosos coloridos verdes y rosas (la estrella son los flamencos rosas), las impresionantes dunas de arena naranja y la riqueza de actividades al aire libre.
A las afueras de la ciudad se encuentra la Dune 7, una de las dunas de arena más grandes del mundo. Si tenéis energía para escalarla disfrutaréis de fantásticas vistas.
Dar un paseo en quad por las dunas o deslizarte por ellas en tabla de surf son algunas de las actividades que puedes realizar y que se convertirán en recuerdos imborrables.
Uno de los sitios más bonitos que ver en Walvis Bay es Pelican Point. Hay infinidad de leones marinos en libertad, muchos de ellos con crías y es genial para pasear y sentir la fuerza del mar y del viento de la costa Namibia.
A unos 50 kilómetros de Walvis Bay se encuentra Sandwich Harbour. Es una laguna natural enmarcada por dunas de arena en un lado y el océano Atlántico en el otro. De hecho, algunos lo describen como “donde el océano besa el desierto”.
Parque Nacional de de Namib-Naukluft
En este Parque se encuentra el desierto de Namib (Sossuvslei).
Los expertos dicen que es el desierto más antiguo del mundo. Se formó hace más de 65 millones de años.
Su singularidad le ha convertido en patrimonio de la humanidad desde 2003.
Un desierto único, que se junta con el mar, y que avanza en paralelo con la línea de costa del Océano Atlántico, en cuya parte más al norte recibe el nombre de Costa de los Esqueletos, por el gran número de naufragios ocurridos en sus aguas y esqueletos de ballenas que se pueden apreciar desde el aire.
Aquí se encuentran las emblemáticas dunas de arena roja del Namib. El cielo azul claro contrasta con las dunas rojas gigantes para hacer de esta una de las maravillas naturales más pintorescas de África y el cielo de un fotógrafo.
Este impresionante destino es posiblemente la principal atracción de Namibia, con sus dunas únicas que se elevan a casi 400 metros, algunas de las más altas del mundo.
Estas dunas icónicas cobran vida en la luz de la mañana y de la noche. Escalar el ‘Big Daddy ‘, una de las dunas más altas de Sossusvlei; explorar Deadvlei, una laguna seca salpicada de acacias petrificadas; o sobrevolar en globo este paisaje impresionante son cosas que merece la pena hacer.
A pocos kilómetros de las dunas se encuentra otro de los atractivos del desierto de Namibia, el cañón de Sesriem, una profunda garganta que formó el río Tsauchab hace aproximadamente 2 millones de años.
Durante este viaje, también puedes aprovechar para conocer algo más sobre alguno de los pueblos indígenas de Namibia: los himba y su piel rojiza por los ungüentos que se ponen, ese ritual por las mañanas merece mucho la pena; los herero, cuya moda está a la orden del día; los bosquimanos, que se comunican mediante chasquidos..
Namibia tiene mucho más, podríamos extender a otros maravillosos parques y desiertos….
No dejéis de leer el relato de nuestro querido amigo y colaborador Rafa Pola sobre su viaje y sensaciones. Namibia, océanos de arena
Para ver cómo se puede realizar el viaje, os recomendamos que exploréis esta página – Esencia de Namibia a tu aire
